Retrato de Elisa, apasionada voluntaria de la Cruz Roja Francesa

Casi uno de cada cinco franceses tendrá una discapacidad durante su vida. En Francia, más del 80 % de las personas con todo tipo de discapacidad quedan discapacitadas en la edad adulta.
Este cambio marca un punto de inflexión en sus vidas. Se enfrentan a una larga fase de deconstrucción, adaptación y reconstrucción.

Esta fase de reconstrucción tuvo un significado completamente diferente para Elisa, voluntaria de la Cruz Roja Francesa y formadora en primeros auxilios. Aquejada de Esclerosis Múltiple (una enfermedad neurológica degenerativa), pudo reconectarse con dos de sus pasiones: enseñar y ayudar a los demás. Fue a través de un regreso a la formación en primeros auxilios y gracias a la muy buena preparación de un formador de la Cruz Roja Francesa, que pudo desarrollar sus habilidades y demostrar que todo el mundo puede ser "de otro modo capaz".

1- ¿Cuál es el motivo de su participación en primeros auxilios?
Los valores y principios del Movimiento de la Cruz Roja están en consonancia con los míos. Siempre he sentido la necesidad de ser útil a los demás. Muchos miembros de mi familia están en el campo de la enseñanza y la educación, lo que puede explicar mi interés en esta área. La idea de volver a mi trabajo como formadora de primeros auxilios en la Cruz Roja se hizo evidente. No me pareció tan complicado, a pesar de que estoy en silla de ruedas. Me motivó mucho la idea de volver a involucrarme en la asociación.

2- ¿Cuál ha sido su trayectoria profesional dentro de la Sociedad Nacional?
Me incorporé a la Cruz Roja en 1995. Poco a poco me convertí en socorrista, formador en 1997 y líder de intervención. Al mismo tiempo me licencié como fisioterapeuta en 1998. En 2001, problemas de salud me obligaron a parar todo de un día para otro.
Con el paso del tiempo, la discapacidad se convirtió en una parte importante de mi vida. Afortunadamente, sigo siendo relativamente independiente en mi vida diaria y estoy bien atendido. No he podido volver al trabajo. Me di cuenta de que me faltaba algo para darle sentido a mi vida. Así que en 2017 decidí acudir al foro de asociaciones donde estaba presente Cruz Roja para ofrecerme a retomar mi actividad como formador. Fue una apuesta atrevida que inicialmente dejó perplejos a algunos, dado que todo había cambiado. Pero eso fue sin contar con mi motivación… ¡Así que en 2018 me propuse “volver a montar” en silla de ruedas!

“La gente dudaba pero yo estaba motivado”.

3- ¿Cómo viviste este regreso a los primeros auxilios después de 15 años?
La vuelta a los entrenamientos después de todos estos años fue bastante desestabilizadora. Los diplomas habían cambiado de nombre, algunas técnicas y métodos de enseñanza ya no eran los mismos y habían evolucionado. Sin embargo, esto no redujo mi motivación.
Hay que decir que estuve muy bien apoyado por mi patrocinador, formador de formadores, Frédéric, a quien conocía desde el principio.

4- ¿Qué adaptaciones fueron necesarias?
Puedo preparar y ejecutar un curso de capacitación en su totalidad pero, como estoy en una silla de ruedas, necesito asistentes para organizar los cursos y dar demostraciones técnicas. Suelo tener tres, pero con la crisis sanitaria, cuatro ayudantes no son demasiados.
Organizo algunas sesiones preparatorias con mis asistentes: revisión de los gestos técnicos (que deberán mostrar a los alumnos), demostraciones en tiempo real de qué hacer ante diversas emergencias, etc. Preparo un “guión” para ellos de antemano para guiarlos. Todo el mundo tiene un papel que desempeñar. Pase lo que pase, hago todo lo posible para que se sientan seguros, para no ponerlos en aprietos y para ser benévolos con ellos: hacen un trabajo ejemplar y dan mucho de sí mismos.
En cuanto a los alumnos, dicen que no ven ninguna diferencia entre la forma en que dirijo el entrenamiento y la forma en que lo hace una persona en plena posesión de sus capacidades físicas.

5- Tus asistentes de formación te parecen importantes, ¿esto te ha generado alguna vocación?
Sí, son esenciales para mi formación. Algunos de ellos regresan regularmente para ayudarme. Es gratificante para ellos porque tienen más responsabilidad y tranquilizador porque siempre estoy cerca de ellos, listo para ayudarlos si lo necesitan. Hay muy buen ambiente entre nosotros.
Y sí, creo que ha generado vocaciones, ya que algunos de ellos tienen la tentación de convertirse ellos mismos en formadores.

6- ¿Cuáles son sus técnicas de enseñanza?
Son los mismos que los de otros entrenadores. Solo tengo que adaptarme para usar las herramientas de enseñanza. Necesito la ayuda de mis asistentes de capacitación, especialmente en el aspecto logístico, pero casi me olvido de mi silla de ruedas.
La verdadera adaptación está relacionada con mi cansancio. Tradicionalmente, la formación básica en primeros auxilios se realiza en un día en la Cruz Roja Francesa, pero esto no es factible para mí. Así que dividí el entrenamiento en dos medios días. Es más organizativo pero nunca he tenido ninguna dificultad en tener sesiones completas. Incluso lo encuentro mejor pedagógicamente hablando. Los alumnos se sienten más cómodos porque tienen más tiempo para comprender y digerir la información de una semana a la siguiente.
La única pega es que tienes que liberar dos medios días durante dos fines de semana seguidos…

“Necesitamos gente que se atreva y demuestre que no es imposible.

7- ¿Crees que la formación online es el futuro de los primeros auxilios?
Es una nueva forma de abordar la formación: mitad a distancia al ritmo del participante y mitad presencial. Pone a los participantes en el centro de la acción. Acompañados, se sienten confiados.
La guía didáctica de la Cruz Roja Francesa está bien hecha y las actividades son pertinentes. El equipo docente nacional está siempre disponible si es necesario. Mi primer curso de primeros auxilios en línea y presencial fue bien en general. Una experiencia para repetir con algunas mejoras, sobre todo en la preparación de los asistentes.
Sin embargo, hay que tener cuidado con la brecha digital. Algunas personas (incluidos los formadores) no disponen de herramientas informáticas. La formación en primeros auxilios debe permanecer abierta a todos.

8- ¿Qué compromisos deben asumir los tomadores de decisiones con respecto a la inclusión de las personas con discapacidad (especialmente en primeros auxilios)?
La discapacidad forma parte de sus vidas. No deben ser identificados con ella sino considerados por lo demás capaces, es decir, capaces de hacer cosas, pero de forma diferente.
La prioridad sería seguir mejorando la accesibilidad de los lugares públicos, adecuar los locales a la legalidad, etc. También hay que concienciar y normalizar la discapacidad. No nos impide vivir y darnos.

9- ¿Qué consejo le daría a las personas con discapacidad que tienen miedo de involucrarse?
Tienes que escuchar tu corazón y tu cabeza, respetar tus necesidades y tus límites. Tienes que tomarte tu tiempo, pensar bien lo que quieres hacer y luego hacerlo. Necesitamos gente que se atreva y que demuestre que no es imposible. A veces, incluso la discapacidad da otra dimensión a la vida y empuja a la persona a superarse a sí misma. No debemos desvalorizarnos ni sentirnos débiles porque necesitamos ayuda. El propósito de un compromiso es el significado que tiene para nosotros y la alegría que nos da. Le da significado a la vida y un sentido de propósito. Tienes que intentar dar lo mejor de ti día a día según tu estado físico, mental y emocional.

Hay una cita del Dalai Lama que aprecio especialmente y que me guía en mi vida diaria:

“Si crees que eres demasiado pequeño para hacer algo, prueba a dormir con un mosquito y verás cuál impide dormir al otro”.